Se debe consultar cuando uno sienta que no puede solo con lo que le está pasando, o que lleva demasiado tiempo sintiéndose mal, o que siempre le pasa mismo y no sabe por qué. Ante una crisis o bloqueo emocional, una crisis laboral o artística. Cuando siente que su sintomatología se apodera de su vida, cuando los recursos personales se agotan.

Si se trata de su hijo, es importante dejarse asesorar por los profesores o los profesionales de la salud. Los hijos a veces piden ayuda por sí mismos pero muchas veces recurren a llamadas de atención a las que es importante estar atento.

En la adolescencia se dan casos así, en los que el hijo puede presentar problemas de distinta índole y sin embargo negar su malestar. En esos caso, de entrada, ser recomienda que consulte un familiar: el padre, la madre o ambos. En muchos casos una cuantas sesiones con los padres pueden facilitar un acercamiento distinto hacia el hijo y que se debilite la resistencia.

Son una serie de entrevistas en las que paciente explicará qué le lleva a pedir ayuda. En esas entrevistas se puede ir entreviendo cuál va a ser el clima de trabajo en las sesiones posteriores, el paciente puede observar la metodología de trabajo y plantear todas las dudas que tenga. Por su parte, el terapeuta se forjará una idea de la problemática del paciente para poder transmitirle la modalidad de encuentro: se hablará de frecuencia y de honorarios y se fijará el ritmo de la terapia.

La base de una psicoterapia es la confidencialidad, es inviable pensar en un tratamiento si el paciente no confía en que puede hablar de todo lo que le pasa por la cabeza sin miedo a ser juzgado ni a que vaya a salir de la consulta.

Hay una excepción: cuando el paciente está en riesgo o pueda poner en riesgo la vida o la salud de otros.

Va a depender de la frecuencia de las sesiones y del tiempo que dure.

Si está en paro o afectado por la crisis del COVID-19 y necesita ayuda, pregúnteme.

Si tiene un seguro escolar o es asegurado de Adeslas también me puede consultar para ver las políticas de reembolso.

Es imposible poder predeterminar el tiempo de duración de cualquier tratamiento, ya sea una psicoterapia o un psicoanálisis; cada persona tendrá por una parte sus ritmos y por otra diferentes ambiciones respecto a su trabajo personal.

Se dará por terminado un tratamiento cuando las partes estén de acuerdo en finalizar.